Cientos de personas provenientes de Venezuela transitan por las vías en Colombia expuestos a altos riesgos y en condiciones de vulnerabilidad. Por esta razón, se adecuaron las instalaciones de este espacio al lado de la vía, para brindar asistencia humanitaria inmediata, apoyo psicosocial, espacios protectores para niñas y niños, atención en salud y otros servicios esenciales.

«Nos hemos unido para brindar ayuda humanitaria integral a la población que lleva varias semanas en la ruta buscando una mejor vida, buscando humanidad», dijo Dominika Arseniuk, directora de país para Colombia, Ecuador y Panamá de NRC.

En Vía Esperanza, con NRC instalamos un modelo pedagógico para la niñez y apoyamos las adecuaciones del espacio. “La Madriguera es un espacio lúdico donde se trabaja con niños y niñas para transmitir mensajes de protección que mitiguen los riesgos a los que se encuentran expuestos en la vía, además, les entregamos un refrigerio, elementos educativos para uso de su tiempo libre y productos de higiene y aseo personal para ellos y sus familias”, dijo Ingrid Camelo de NRC.

“Me gustó el juego de burbujas y encontrar la pareja de mis derechos, me sentí feliz porque fue divertido. Con estos juegos uno puede agarrar más fuerzas y más ánimo para seguir caminando” expresó Rosimar, una niña venezolana de once años que participó de las actividades en ‘La Madriguera’, espacio protector de NRC.

Vía Esperanza también cuenta con el apoyo de La Cruz Roja Colombiana seccional Cundinamarca y Bogotá, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Servicio Jesuita a Refugiados, el Comité Internacional de Rescate y World Vision.

Con la financiación de la Unión Europea promovemos espacios protectores para que niños y niñas que se desplazan de su hogar puedan aprender mensajes protectores y aliviar sus necesidades en el camino.