Jan Egeland – Comunicado de prensa.
«Nosotros retamos al gobierno de Colombia y a los actores armados no estatales a encontrar rápidamente una Paz duradera, que beneficie a las poblaciones más vulnerables».
La educación es la llave para la Paz
«Las escuelas se están convirtiendo en campos de batalla en algunas regiones del país y muchos niños y niñas no pueden asistir a la escuela como consecuencia del conflicto. Las partes del conflicto deben respetar la inviolabilidad de las instituciones educativas, dice Jan Egeland.
La última semana Egeland ha viajado por regiones afectadas por el conflicto y ha hablado con las víctimas, trabajadores humanitarios y autoridades locales. Su conclusión después de su misión es que hay mucho más por hacer para asegurar la educación de los niños, niñas y jóvenes en las regiones afectadas por la violencia.
«Durante mi visita he conocido muchos niños, niñas y jóvenes que por años no han tenido acceso a la escuela por el conflicto. Estamos hablando de una generación completa que tiene una desesperada necesidad de un futuro más prospero. El analfabetismo también es preocupante.
«Debería ser posible obtener un acuerdo de Paz durante el 2015. Las víctimas en Colombia no tienen más tiempo para esperar que esto suceda. Yo espero que el Gobierno y las FARC encuentren este momento en la Habana»
La determinación del actual gobierno para reconocer a las víctimas y la Ley existente para proteger sus derechos son un ejemplo de solidaridad con los desplazados a nivel regional. Pero al mismo tiempo, lo que estamos presenciando en el terreno es el fracaso colectivo para proteger a la población civil que una y otra vez en Nariño en Cauca o en Norte de Santander se ven afectados por la violencia. Para estas personas acceder a la ayuda humanitaria de emergencia o pensar en la restitución de sus tierras son todavía derechos redactados en el papel.
Violencia generalizada y Conflicto tradicional
Con más de 6 millones de desplazados internos, luego de décadas de conflicto armado, Colombia tiene el segundo número más alto de población desplazada después de Siria. 350,000 colombianos se encuentran en necesidad de protección internacional por fuera de las fronteras de Colombia. Reconocemos y valoramos los esfuerzos del Gobierno colombiano para lograr un acuerdo de Paz con las FARC, pero también debemos reconocer que hay otros grupos armados no estatales en Colombia que continúan siendo una seria amenaza para la protección de los civiles en el país.
Más de 200 mil colombianos se siguen desplazando anualmente, es una cantidad enorme de personas que no deberían seguir siendo afectadas por la guerra. Miles de personas solicitaron al Estado ser reconocidos como población desplazada mientras visité Colombia. Niños, niñas, jóvenes y mujeres siguen siendo las poblaciones más afectadas por estas situaciones.
Para los indígenas y afrocolombianos la situación no es mejor. Desde que se iniciaron los diálogos de paz en el 2012 para estas comunidades las cosas han empeorado. Estas poblaciones exigen a las partes poner fin al conflicto armado y a la violencia generalizada. No más violencia y desplazados en estas comunidades, la guerra se tiene que terminar.
La Paz y la solidaridad de la comunidad internacional
«El Gobierno ha mostrado su interés y determinación para lograr la paz, es importante que las FARC también los demuestren. Aunque no es fácil dar fin a un conflicto de más de 60 años, es muy riesgoso perder el momento de la negociación. Es urgente el des-escalamiento del conflicto. El Gobierno y las FARC deben alcanzar acuerdos en la Habana que se traduzcan en acciones concretas en las áreas más afectadas por el conflicto en Colombia».
«El gobierno puede y debe hacer más, tanto a nivel nacional como a nivel local. El país debe identificar las causas del desplazamiento al interior de sus territorios e implementar respuestas coordinadas con el nivel local. Estas negociaciones de Paz deben desarrollar soluciones comunes para la protección efectiva de los civiles en Colombia».
