Nelson Enrique Jiménez Carabalí Vereda El Cabuyal – Municipio El Tambo – Cauca “A la edad que tengo (26) me dieron ganas de terminar de estudiar y estaba motivado, pero decían que por mi edad no había espacio para mí” Los 14 años sin educación Nelson vive con sus padres, una hermana y tres sobrinos en una vereda en el municipio del Tambo. Nelson es una de las 8.231 personas desescolarizadas identificadas en los municipios de El Tambo, Huisitó y Guapi en Cauca, que no tienen acceso a la educación. El 81% de la población que no accede a la educación (6.699) son hombres y mujeres entre los 14 y 26 años de edad. Encontrar una solución a su desescolarización es urgente. Entre los 14 y 26 años se generan necesidades de protección relacionadas con el riesgo de reclutamiento forzado para ejercer actividades bélicas, actividades de apoyo táctico a los combatientes, actividades de apoyo a la satisfacción de necesidades primarias de los combatientes y en el caso de adolescentes, explotación sexual. Aunque la principal razón por la cual Nelson desertó de la escuela se relaciona con las dificultades económicas de su familia, la población en el municipio es consiente de que el temor del reclutamiento forzado es una de las principales razones del desplazamiento y en consecuencia del abandono del sistema escolar. La realidad y la limitación de una educación tradicional Nelson trabaja por jornales, el dinero que recibe por su labor es escaso y no siempre obtiene la misma suma de dinero. Adicionalmente, Nelson apoya el sustento de su familia con la venta de pescado. Su cotidianidad laboral limita el tiempo que dispone para acceder a la educación tradicional. La oferta del Proyecto Vive la Educación, financiado por Canadá e implementado por el Consejo Noruego para Refugiados y Save The Children, ofreció una ventana de oportunidades para que Nelson pudiera retomar su educación en horarios accesibles. “Antes de inscribirme al estudio, tuvimos unas actividades en las veredas de cada grupo donde empezamos. En varios meses estuvimos en unas actividades creativas y ensayos botando nervio y todo eso para poder llegar aquí (…) el proyecto ha estado muy pendiente de nosotros y nos ha motivado mucho”, dijo Nelson luego de su reintegro a la educación. El trabajo conjunto realizado por el Proyecto Vive la Educación, La Secretaría de Educación y Cultura de Cauca, la institucionalidad de El Tambo y la Institución Educativa Pueblo Nuevo Ciprés han permitido integrar a más de 50 jóvenes y adultos de la zona. Ahora Nelson retomó la secundaria y espera graduarse pronto para obtener su título de bachiller. “De pronto la posibilidad de estudiar a veces la hay, pero muy lejos y por la economía a uno queda muy difícil (…) ese es un aporte muy bueno porque [la escuela] se acercó a nosotros mismos”. Los sueños de una educación para ser mejor A pesar de las dificultades, la familia de Nelson también cree que la educación es el camino para forjar un mejor futuro. Tránsito Carabalí la mamá de Nelson está terminando el bachillerato para tomar el curso que le permita enseñar preescolar a los niños y niñas que ella cuida como madre comunitaria. “Ese corazón que me motiva a mí y los motivó a ellos es con el fin de salir adelante para bienestar de toda la familia. Hoy en día el trabajo de agricultura ya no está dando mucho para cumplir con los deberes. Uno con el estudio se va más allá y puede coger una carrera y los ingresos ya van a ser masitos ”. El apoyo generado entre todos los integrantes de la familia de Nelson ha permitido que el estudio se convierta en un objetivo importante en la vida de los niños, niñas y jóvenes de la vereda. Tránsito quiere que tanto sus hijos como los niños que cuida continúen estudiando, mientras que Nelson llena de motivación a sus amigos y los impulsa a integrarse al programa de Vive la Educación: “Con el programa han hecho despertar a la gente, a los jóvenes especialmente, a las mujeres que solo se dedican al hogar y a los hijos. Nos han hecho despertar esa capacidad que cada uno tiene para que vean que sí somos capaces y sí podemos”.
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