“Cuando sea grande quiero ser profesora de matemáticas”. Angélica Romero, 13.
Angélica Romero, de 13 años, afirma tener claro su futuro, “quiero ser profesora de matemáticas”.
Angélica hace parte de la comunidad indígena Yukpa que, hace casi una década, se desplazó desde la Sierra del Perijá en Venezuela hacia Colombia en busca de oportunidades.
Hoy, ella es una estudiante destacada y está dispuesta a hacer todos los esfuerzos necesarios para que su cultura no se extinga. Su prioridad es enseñar lo aprendido.
Durante 2023 Angélica cursó y aprobó tercer grado en la institución educativa Simón Bolivar en Cúcuta, Colombia.
En los brazos de su madre
Angélica llegó a Colombia en los brazos de su madre, Rubia Romero, quien junto a otras familias Yukpa decidieron caminar cientos de kilómetros hacia Colombia. Desde entonces han habitado en un asentamiento informal en Cúcuta, ubicado bajo el puente fronterizo Francisco de Paula Santander, a orillas del río Táchira.
Venezuela lleva aproximadamente una década en una crisis económica. Durante años, las personas venezolanos han enfrentando retos, tratando de alimentar a sus hijos con salarios bajos, con retos en el acceso a servicios de salud, esperando horas para conseguir gasolina y poder ir al hospital o al mercado. Como resultado y de acuerdo con cifras de Naciones Unidas más de 7 millones de personas venezolanas han abandonado el país desde 2014.
A los 9 años, Angélica enfrentó problemas de salud como consecuencia de una caída y un golpe muy fuerte que afectó su cuerpo. Su madre, Rubia, buscó por todos los medios atención médica urgente. A pesar del pronóstico médico adverso, Angélica se recuperó con el cuidado de su madre.
La superación del desplazamiento y de su delicada situación de salud han sido unas de las motivaciones más importantes para que Angélica continúe y se dedique a la educación.
Angélica participa y se destaca en demostraciones matemáticas en su colegio.
A pesar de los retos que enfrenta en la vida y la situación de pobreza en la comunidad, Angélica se destaca en sus estudios en Colombia, recibiendo menciones de honor por su excepcional rendimiento académico, especialmente en matemáticas; logros que su mamá valora como un triunfo en medio de adversidad.
Angélica recibió dos reconocimientos por excelencia académica en 2023.
El deseo entusiasta de Angélica de convertirse en profesora de matemáticas es un ejemplo de su empeño por aprender y desear lo mejor para su comunidad. Su madre, Rubia, la alienta con orgullo y dice que su hija es una inspiración para su etnia.
“Tú vas a ser profesora, vas a ser lo que tú quieras”, le asegura Rubia a su hija Angélica.
La vida en Colombia para Angélica y la comunidad indígena Yukpa ha sido una historia de adaptación y persistencia. Rubia, madre de 12 hijos y abuela, vive con sus dos hijas menores, Rosmeri y Angélica y con sus nietos. A pesar de la separación familiar causada por el desplazamiento, Rubia trabaja incansablemente para mantener unida a su familia respaldando a sus hijos mayores en Venezuela y buscando un futuro mejor para sus hijas y nietas en Colombia.
Rubia Romero alienta a sus hijas Rosmeri y Angélica a seguir estudiando.
Una educación que brinda esperanza
La estrategia educativa intercultural Yukpa, que fomenta el Consejo Noruego para Refugiados, promueve que el conocimiento académico y los saberes ancestrales de la comunidad Yukpa hagan parte de un mismo plan de estudios. Para Angélica, esta metodología es esencial, ya que le permite adquirir conocimientos convencionales y también fortalecer sus raíces culturales, estudiando asignaturas como lengua materna, ética étnica, historia e identidad, arte, danza, artesanías, espiritualidad y valores culturales.
Vitalia León es la etnoeducadora especializada en educación intercultural bilingüe que acompaña a casi cien niñas y niños Yukpa con esta estrategia.
“Es fundamental que las niñas y niños Yukpa puedan aprender en un entorno que respete y valore sus raíces culturales. Que puedan desarrollarse académicamente, pero orgullosos de su identidad indígena”, dice Vitalia Romero, etnoeducadora en el Consejo Noruego para Refugiados.
Vitalia es tutora del Consejo Noruego para Refugiados y ha apoyado la creación del plan de estudios de la estrategia educativa intercultural Yukpa.
Este modelo ha logrado transmitir esperanza a cientos de niños y niñas de la etnia Yukpa para que continúen con su educación.
El camino que viene
La historia de Angélica es un testimonio de resistencia y determinación, donde la educación intercultural y el apoyo de su familia y comunidad se unen para fortalecer el camino hacia un futuro mejor. A través de la integración de conocimientos tradicionales y académicos, Angélica es un ejemplo de preservación de su cultura mientras busca nuevas oportunidades educativas y personales.
Los deportes, la danza, el canto y los juegos con sus amigos son otras de las motivaciones de Angélica en la escuela.
“Angélica llega contenta de la escuela y está bien, tiene que aprender, tiene que echar pa’ adelante”, enfatiza Rubia Romero.
Para la comunidad indígena Yukpa es esencial fortalecer aún más esta iniciativa educativa intercultural para garantizar que cada vez más niños y niñas Yukpa puedan acceder a una educación de calidad respetuosa de su cosmovisión y adecuada en Colombia.
Angélica es clave en este proceso, ella es una protagonista destacada de la estrategia educativa intercultural Yukpa que motiva a otros menores de edad a estudiar y aprender, por eso está dispuesta dedicar tiempo y esfuerzo para que otros menores de edad se unan a una educación ajustada a sus necesidades.
Niñas y niños migrantes indígenas yukpa de la Sierra de Perijá en Venezuela, estudian en Colombia.
Esta es una iniciativa del Consejo Noruego para Refugiados en Colombia articulada con la secretaría de educación departamental del Norte de Santander desde 2020, para garantizar el derecho a la educación de calidad y pertinente para más de 100 niñas y niños Yukpa. Ellos serán el futuro de una etnia que no quiere desaparecer.