Con 27 años, Kenia es una madre soltera que vive de la artesanía, una actividad frecuente en su zona. Ella habita en una de las varias comunidades indígenas de Venezuela que pueblan el estado de Apure.
Situadas en el corazón de los vastos llanos de Venezuela, estas comunidades son tan remotas que el mapa en línea más famoso del mundo no las ubica. Pero, al mismo tiempo, quedan tan cerca de su vecina Colombia que con frecuencia unos vienen y otros van entre ambos países.
Este 23 de abril es el Día Mundial del Libro y el Día del Idioma Español. Naciones Unidas dedica esta fecha a la defensa no sólo de esta lengua, sino de la creatividad, diversidad e igualdad de acceso al conocimiento.
Este año, Silvino, el maestro de esta escuela, celebrará estas efemérides por primera vez apoyándose en las guías complementarias facilitadas por NRC a docentes en alineación con el currículo nacional.
“Los niños han ido reforzando conocimientos”, dice Silvino, de 49 años. Él imparte clases en idioma español y luego repite las lecciones en lengua indígena.
Silvino ha participado en el programa de nivelación escolar de NRC. Este programa, basado en el currículo nacional de Venezuela, equipa a docentes con técnicas para que ayuden a reforzar aprendizajes en estudiantes con bajo nivel académico. Los estudiantes contestan pruebas al inicio y al final del programa para medir su progreso.
NRC contribuyó recientemente a la capacitación de casi 150 docentes, incluido Silvino, junto a 20 agentes educativos comunitarios en el estado de Apure.
“A veces teníamos algo incompleto, pero con la capacitación fuimos creciendo más, como las flores”, compara Silvino. “Ahora tengo el árbol completo para poder nosotros capacitar y atraer la energía. Cuando es mediodía, en el aula no se ve el aburrimiento”.
Kenia ha visto avances en sus tres hijas: Yetzi, de 10 años, ahora sabe leer; Yenifer, de 9, cuenta con más preparación académica y se ve más participativa en clase, y Keilimar, con 6, aprendió los números y las sílabas.
Silvino les enseña a valorar los conocimientos de la escuela, pero también de la siembra. “Nuestra rutina diaria es sembrar y extraer frutos de la tierra. Entonces desde el aula valoramos el esfuerzo de cómo, por ejemplo, una anciana de nuestra comunidad va al conuco”, explica.
Yenifer, la segunda hija de Kenia, define la escuela como el lugar donde aprende habilidades de estudio, el abecedario, a leer y escribir. La niña de 9 años siente que el aprendizaje está transcurriendo con más bienestar ahora: “Veo mi escuela bonita y cómoda, ahora nos sentamos en pupitres”, dice.
La escuela de Yenifer antes quedaba más lejos, y padres e hijos tenían que caminar durante horas cada día. Entonces coincidieron con el equipo de NRC. En 2023 lograron crear y llevar a su propia comunidad una extensión oficial de la escuela.
Gracias a la Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, NRC proporcionó mobiliario y pizarras a 14 escuelas del bajo Apure, incluida la de Yenifer. Norilme, la coordinadora institucional de la escuela, destaca la importancia de la pizarra: “Ahora en la pizarra practican la escritura, conocieron el marcador. Todos pueden observar cómo se conjugan las letras para formar sílabas y palabras. Antes esto se hacía oralmente”.
Silvino agiliza el aprendizaje con los instrumentos musicales y materiales deportivos entregados por NRC: “Alguno no conocía cómo se escribe guitarra, entonces fue a la pizarra y aprendió a escribirlo, y lo aprendemos cantando”, expresa.
“Ya ellos saben que guitarra es guitarra, cuatro es cuatro, charrasca es charrasca y tambor es tambor. En deporte también diferencian las pelotas de vóleibol de las de fútbol y baloncesto”.
* El cuatro es un instrumento de cuerda venezolano parecido a una pequeña guitarra, mientras que la charrasca es un instrumento de percusión tradicional.
NRC también dotó a más de 1.600 niños, niñas y adolescentes con kits educativos. Yenifer cuenta que le gustan todos los artículos de su morral, especialmente los lápices y los creyones.
Entre tanto, Kenia ha encontrado provecho al filtro de agua, el kit de higiene y las sesiones sobre conservación de alimentos que recibió como parte de la respuesta integrada de NRC en Venezuela para comunidades en necesidad.
Unos 7 millones de personas dentro de Venezuela tienen necesidades humanitarias y de protección, de acuerdo con Naciones Unidas. En 2024, NRC llegó a más de 130.000 personas con sus diferentes programas, incluido el de Educación que alcanzó a más de 13.000 estudiantes y docentes.
Esta comunidad sueña tan inmenso como el horizonte de sus llanuras. Yenifer quiere trabajar en una oficina donde pueda ayudar a otros cuando sea grande. Kenia apuesta porque esta generación siga avanzando y supere a la suya en oportunidades. Y Norilme observa cómo los niños se proyectan a futuro jugando a las profesiones.
Silvino también es optimista sobre el futuro: “Se están viendo los frutos. Veo la escuela como un espacio protector para los niños”.
Todos nuestros servicios son gratuitos y se implementan sin intermediarios. Bajo ninguna circunstancia el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) solicita recursos económicos o favores a cambio de la prestación de sus servicios.
¿Tienes una retroalimentación o reclamo?
Escríbenos en:
Colombia, Ecuador y Panamá:
Venezuela:
Norte de Centroamérica y México:
Se encuentra habilitado para la recepción de notificaciones judiciales y comunicaciones interinstitucionales.
Nosotros y nuestros socios seleccionados nos gustaría utilizar cookies o tecnologías similares para recopilar información sobre ti con fines estadísticos, funcionales y de marketing. Puedes darnos tu consentimiento para fines específicos seleccionando las opciones a continuación y siempre podrás retirar tu consentimiento.