La cantidad de personas intentando cruzar la frontera de Estados Unidos es la más alta en una década. El año pasado, cientos de miles de personas huyeron de sus hogares en el Norte de América Central (NCA), escapándose de la violencia y la persecución, buscando la seguridad de los grupos criminales cuyas redes se extienden por toda la región.
Mientras que hace cinco años, la mayoría de las personas que cruzaban la frontera de los Estados Unidos eran hombres que viajaban solos en busca de mejores oportunidades; hoy, la violencia criminal, el cambio climático y la pobreza extrema en la NCA han empeorado tanto que la mayoría de los que viajan ahora son familias y niños no acompañados. Solo en 2019, hubo 58 masacres en Honduras; desaparecieron más de 3.200 personas y solo el 25 por ciento fueron encontrados con vida en El Salvador; y en Guatemala hubo más de 13,000 casos reportados de extorsión.
Pero un refugio seguro es cada vez más difícil de encontrar. En los últimos tres años, la frontera de los Estados Unidos se ha vuelto cada vez más difícil de cruzar, a través de al menos 19 cambios importantes en las políticas destinadas a restringir el derecho de asilo. Las personas son detenidas en condiciones inhumanas, obligadas a firmar sus propios formularios de deportación y enviadas a sus hogares, o devueltas a México para esperar a que se procesen sus solicitudes de asilo. A fines de 2019, Estados Unidos firmó polémicos «Acuerdos Cooperativos de Asilo» con Guatemala, Honduras y El Salvador, comúnmente conocidos como Acuerdos de Terceros Países Seguros, que planean transferencias masivas de solicitantes de asilo de los Estados Unidos a la región de la NCA. Considerando lo peligrosos que son Honduras, Guatemala y El Salvador, con cientos de miles de personas que huyen de la región cada año, la transferencia masiva de miles de solicitantes de asilo solo aumentará aún más la crisis de protección en la región.
No podemos seguir ignorando la verdad sobre las desesperadas familias centroamericanas que huyen de la violencia y la pobreza. La comunidad internacional debe intensificar la solidaridad y apoyar todos los esfuerzos humanitarios para prevenir el desplazamiento. Hoy en día, hay opciones limitadas para aquellos que huyen de sus hogares en sus condados para acceder a oportunidades de seguridad, educación u medios de vida. Las causas fundamentales deben ser abordadas.
El informe «Externalización en Centroamérica: deportaciones, acuerdos de migración y necesidades humanitarias» proporciona un análisis sobre los nuevos acuerdos de migración entre los países de la NCA y los Estados Unidos. El informe se basa en un proyecto liderado por el Consejo Noruego para Refugiados, con el apoyo de las organizaciones del Grupo de Protección RED-LAC.
Descargue el informe completo en su versión en inglés y español aquí.