En 2023, las organizaciones humanitarias reportaron un evento cada dos días que limitó su acceso a las personas necesitadas y su capacidad de prestar ayuda humanitaria.
La situación en el 2024 no es mejor, según Naciones Unidas en los primeros siete meses de 2024, la frecuencia de estos eventos fue alarmante, con un promedio de un evento cada 36 horas.
Esto es lo que debes saber sobre el confinamiento en el contexto del conflicto armado en Colombia:
El confinamiento es una estrategia utilizada por actores armados no estatales para ejercer control. Quien controla la población, controla el territorio y las economías ilícitas. Las amenazas, la utilización de minas antipersonal, los homicidios, la violencia sexual, la violencia armada y la imposición de horarios para que la población se quede en sus hogares tienen como finalidad restringir la movilidad de las poblaciones.
Una comunidad confinada es una comunidad atrapada que es obligada a permanecer en su casa o territorio.
“Los grupos armados imponen reglas como: no se puede salir, no se puede usar ese camino, por aquí no se permite el paso de nadie. Estamos atrapados”, dice Cecil, un maestro indígena en la región del Pacífico de Colombia. Foto: Laboratorio Elegante/NRC
A julio de 2024, al menos 111.800 personas permanecían confinadas en Colombia.
Durante 2024, el confinamiento superó las cifras históricas de víctimas de los últimos 10 años debido a las disputas entre actores armados por el mayor control sobre territorios de acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Entre enero y octubre de 2024, más de 96.000 personas fueron confinadas.
Después de la firma del acuerdo de paz firmada en 2016, los eventos de confinamiento se incrementaron, el año 2022 fue el peor de todos; cerca de 110.000 personas fueron obligadas a confinarse.
Desde 2017 hasta julio de 2024, OCHA ha informado de 328 eventos de confinamiento.
Cuando las comunidades son confinadas sólo pueden sobrevivir con lo que tienen en sus hogares. Los pocos alimentos se agotan rápido.
Mujeres, hombres y niños son obligados a permanecer indefinidamente en sus viviendas sin posibilidades de prepararse para la emergencia. Las comunidades no pueden realizar las actividades necesarias para su subsistencia, como pescar, cazar, cultivar, ni dedicarse a actividades económicas como la minería o la extracción de madera.
Los niños, niñas y adolescentes son afectados porque se les impide acceder a clases presenciales, lo que dificulta sus procesos de aprendizaje. Para la Agencia de la ONU para los Refugiados, la amenaza a la seguridad alimentaria por el bloqueo de alimentos y provisiones a los poblados y la restricción de acceso a los campos de cultivo y centros de acopio significa la imposición de condiciones de exterminio a una población.
Los eventos de confinamiento se pueden producir de manera silenciosa. Muchas comunidades no hablan de lo que les sucede por temor —como consecuencia de las amenazas—. Además de las limitaciones a la movilidad, se restringen los recursos para satisfacer las necesidades básicas de los civiles.
En ocasiones las comunidades solo tienen dos opciones, callar o sufrir las consecuencias de las amenazas de los actores armados.
Los confinamientos se concentran desproporcionalmente y siguen en aumento en los departamentos de Chocó, Valle del Cauca y Nariño, donde habitan principalmente poblaciones indígenas y comunidades afrocolombianas.
Más de la mitad de los casos de confinamiento en el país se concentran en el departamento del Chocó, con 147 eventos registrados entre enero de 2017 y julio de 2024 (OCHA).
En ese mismo período, la mayoría de los eventos reportados afectaron a una comunidad étnica.
Tras las amenazas de grupos armados, los municipios más afectados del país son Alto Baudó y Bojayá en Chocó y Buenaventura en Valle del Cauca.
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) hace un llamado al gobierno colombiano y a los grupos armados para que acuerden el fin de la práctica de los actores no estatales de confinar a comunidades enteras en sus hogares o territorios, restringiendo su acceso a la atención médica, educación y limitando su capacidad para vivir. encontrar trabajo.