Sin embargo, las cosas no siempre han sido tan pacíficas en esta zona rural de la provincia de Kasaï-Central. En 2019, la aldea de Emile libró un brutal conflicto con la aldea vecina de Bushila. Se perdieron muchas vidas.
Emile explica: “La causa del conflicto que nos hizo dañarnos tanto el uno al otro fue un desacuerdo sobre qué pueblo tenía el derecho a usar los bosques y sabanas circundantes”.
Alphonse Kabasele Bushila, jefe de la aldea de Bushila, recuerda el devastador impacto de la violencia.
“Debido a los combates, los niños pasaban hambre y no iban a la escuela”, dice. “Tuvimos que empezar de cero porque lo habíamos perdido todo. Durante la guerra, destruyeron nuestros bienes y cosechas, y nosotros destruimos los suyos. Se perdieron muchas vidas”.
Las disputas por el uso de la tierra son la base de numerosos conflictos violentos en Kasaï-Central. Desde pequeñas riñas entre vecinos por los límites de los campos hasta enfrentamientos a gran escala sobre qué aldea puede cultivar o explotar ciertas tierras, estos conflictos suelen ser sangrientos y causar la pérdida de vidas.
Las causas subyacentes de estas disputas son múltiples y complejas. Un factor que contribuye a su recurrencia es la falta de mapas precisos que delimiten claramente los límites de las aldeas en las zonas rurales. En cambio, las autoridades tradicionales y los jefes de las aldeas acuerdan los límites naturales de sus tierras. A menudo surgen problemas cuando se cuestionan estos acuerdos tradicionales.
El equipo de asistencia jurídica del Consejo Noruego para Refugiados (NRC) en Kasaï-Central tiene como objetivo encontrar soluciones duraderas a disputas de tierras como estas.
Sabíamos que, para lograrlo, necesitaríamos colaborar con los legisladores para abordar el problema desde su raíz. Por ello, invitamos a los parlamentarios provinciales a participar en un taller con otros líderes locales y autoridades tradicionales.
Al final del taller, Bob Kayombo Nyoka y Stephane Muanda Malombo, ambos miembros del parlamento provincial de Kasaï-Central, se comprometieron a presentar un “edicto” al parlamento. Entre otras cosas, este edicto ayudaría a delimitar adecuadamente los límites de las zonas rurales, llenando así un vacío legal en la provincia hasta que las leyes de tierras pudieran reformarse a nivel nacional.
En colaboración con los expertos legales de NRC, Nyoka y Malombo asumieron el desafío de redactar el texto del edicto. Les ayudamos a consultar a los miembros de la comunidad y a los líderes de opinión para que el mayor número posible de personas pudiera aportar su contribución al texto.
“Queríamos que este edicto fuera redactado de manera consultiva, por eso hablamos con muchas partes interesadas, incluidos expertos como juristas y profesores universitarios. Todos sus comentarios se reflejaron en la versión final de nuestro edicto”, explica Malombo.
El edicto se iba a presentar al Parlamento el 21 de diciembre de 2020, pero se pospuso debido a otras prioridades. No obstante, se espera que se vote en algún momento de este año.
“Aunque este edicto no va a eliminar todos los problemas relacionados con las disputas de tierras, estamos seguros de que contribuirá en gran medida a reducir la incidencia de estos conflictos”, dice Nyoka.
Mientras estos esfuerzos para prevenir futuras disputas continúan, nuestro equipo está trabajando simultáneamente para apaciguar las disputas en curso. Para ello, organizamos talleres con líderes locales para ayudar a las personas a resolver las disputas por la tierra de manera pacífica.
Alphonse Kabasele Bushila y Emile Ndibu asistieron a uno de estos talleres. Como resultado, sus aldeas lograron negociar un acuerdo sobre el uso del bosque circundante.
“Después del taller de NRC, llegamos a un acuerdo sobre los bosques que nos estábamos disputando. Acordamos cómo dividir la tierra y dijimos que explotaríamos el lado derecho y ellos el izquierdo”, explica Alphonse.
Ambas partes están contentas con el resultado.
“Hoy estamos en paz con nuestros vecinos”, dice Emile. “Nuestros hijos se han casado con sus hijas y nuestras hijas se han casado con sus hijos. No tenemos ninguna pelea con ellos en absoluto”.
Esperamos que estos talleres, combinados con el edicto y las posteriores reformas legales, hagan que las disputas violentas por la tierra sean cosa del pasado en Kasaï-Central.
Esperamos que estos talleres, combinados con el edicto y las posteriores reformas legales, hagan que las disputas violentas por la tierra sean cosa del pasado en Kasaï-Central.
Todos nuestros servicios son gratuitos y se implementan sin intermediarios. Bajo ninguna circunstancia el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) solicita recursos económicos o favores a cambio de la prestación de sus servicios.
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