Declaración reactiva de Jan Egeland, Secretario General del Consejo Noruego para Refugiados sobre las cifras de 80 millones de desplazados.
“Este número es un veredicto concluyente de un liderazgo
irresponsable, impotente y nacionalista en todo el mundo. Las potencias internacionales
y regionales han sido espectadoras e incluso cómplices, mientras que hombres
armados han expulsado impunemente a 80 millones de personas indefensas de sus
hogares.
Durante los genocidios en los años 90 consideramos que los 40 millones de
personas que huían de los conflictos y la persecución eran la señal de un mundo
que se desmoronaba. Hoy en día ese número se ha duplicado – 1 de cada 100
personas en todo el mundo se ha visto obligada a huir.
Estas crueles estadísticas exigen que se ponga fin a la inercia política
que existe en y alrededor de las muchas guerras prolongadas del mundo. El
COVID-19 y el conflicto son un cóctel letal. Sólo una verdadera cooperación
mundial aplanará la curva de estas cifras de desplazamiento descontrolado y
pondrá fin al sufrimiento y al terreno fértil para la pandemia.
En un momento en que miles de ciudadanos están tomando las calles para
protestar contra la desigualdad, la discriminación y la injusticia, también
debemos levantarnos para dar voz a los desplazados y a los que huyen del
racismo violento y la discriminación étnica, en conflictos que reciben poca
atención de los medios de comunicación.
Siria, República Democrática del Congo y Colombia acogen a más de 20
millones de personas de desplazadas, mientras que Europa se apresura a aceptar
a 20.000 solicitantes de asilo que se encuentran en el limbo de una isla griega
y los Estados Unidos cierran sus puertas a las madres solteras que huyen de la
terrible violencia en América Central. No podemos seguir aceptando que las
naciones ricas construyan muros, mientras que las naciones más pobres y de
ingresos medios acogen a la gran mayoría de las personas desplazadas del
mundo”.
