El Consejo Noruego para Refugiados (NRC) expresa su solidaridad con Ecuador por las dificultades que está enfrentando y reitera su profundo rechazo frente a cualquier forma de violencia.
“Es fundamental que la paz no sea amenazada por un escalamiento de la violencia y que se proteja a toda la población”, afirma Giovanni Rizzo, director país de NRC.
En el actual contexto, la organización insta al Gobierno Nacional a asegurar que las recientes medidas, “con el fin de evitar y controlar el ingreso de individuos que constituyan una amenaza o riesgo para la seguridad pública”, no afecten el acceso al país de las personas que buscan protección internacional en Ecuador.
Cualquier medida que emita el Gobierno, a partir de la declaración de conflicto armado interno, debería continuar garantizando el debido proceso para personas solicitantes de refugio que ha caracterizado a Ecuador. Prevenir la expulsión de personas solicitantes de refugio, que cuenten o no con la documentación para ingresar al país, es una labor que debería seguir siendo realizada por todo el personal con formación en tareas de gestión migratoria fronteriza.
De acuerdo con Naciones Unidas, Ecuador acoge a más de 580.000 personas forzadas a huir de sus hogares y confiamos que el país continúe siendo un líder regional y solidario con las personas refugiadas y migrantes.
“El costo de las acciones de los grupos criminales no debe ser pagado por las personas más vulnerables y menos protegidas”, afirma Giovanni Rizzo.
La comunidad internacional y los donantes también deberían incrementar su apoyo humanitario en Ecuador para promover la integración de las personas refugiadas y de las comunidades que les acogen. Hoy, el plan de respuesta humanitario (2023-2024) para asistir a personas refugiadas y migrantes está desfinanciado. Solo el 9% de los recursos para atender las necesidades de la población refugiada, migrante y sus comunidades de acogida han sido recibidos y reportados por actores humanitarios en Ecuador.