El Consejo Noruego para Refugiados (NRC por sus siglas en inglés) es una organización no gubernamental, internacional, independiente, humanitaria y sin ánimo de lucro.
Se estableció en 1946 en Noruega. Actualmente, NRC está presente en más de 40 países alrededor del mundo. En Ecuador inició su labor en 2009.
Todas las actividades de NRC responden a las necesidades y derechos de las personas desplazadas y refugiadas independientemente de su edad, género, condición social, étnica, religiosa o nacionalidad. Además, incluimos en nuestra asistencia a las comunidades de acogida en Ecuador.
Históricamente, Ecuador ha sido un refugio seguro para las personas que huyen de la violencia. En las décadas de 1930 y 1940, miles de inmigrantes judíos llegaron al país.
Hoy en día, Ecuador es uno de los países que más acepta personas refugiadas en la región. La cifra histórica de personas refugiadas reconocidas en Ecuador es más de 75.000 de acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.
Hoy en el país hay cerca de 500.000 personas con necesidades de protección internacional y migrantes provenientes de Venezuela.
NRC tiene presencia en 12 provincias del Ecuador donde trabaja de forma articulada con actores clave para asistir a las personas refugiadas, migrantes vulnerables y comunidades de acogida.
NRC brinda información, orientación y asistencia legal sobre el acceso a estadía legal (estatus de refugiado y regularización migratoria), documentación básica, derechos y servicios esenciales.
La organización ofrece asesoramiento sobre derechos de vivienda digna, tierra y propiedad.
También brinda información sobre la Ley de Víctimas 1448 a la población colombiana que llega a Ecuador como consecuencia del conflicto armado.
“Luego de huir cuatro veces [del conflicto], decidimos salir de nuestro país. Con su acompañamiento, mi esposa, mis 8 hijos y yo fuimos reconocidos como refugiados y ya tenemos nuestros documentos” dice José*, padre colombiano que recibió asistencia legal en Ecuador en el 2022.
NRC apoya el acceso al sistema educativo de las niñas, niños y adolescentes y contribuye a mitigar las barreras que limitan su educación.
La organización brinda programas educativos para reforzar los conocimientos académicos y facilitar el regreso a la escuela.
“Nuestras hijas estuvieron un año sin estudiar, con su ayuda adquirieron conocimientos para volver a la escuela, su educación es lo más importante” dicen Yorgelis y su esposo, Ronald, padres venezolanos viviendo en Ecuador.
Promovemos el acceso a alojamiento temporal, viviendas dignas y apoyamos el mejoramiento de infraestructuras y gestión de albergues.
Mejoramos sistemas de agua y saneamiento.
“Con los arreglos que hicieron al parque de mi barrio me siento más tranquila porque es un lugar para que mi hija Sofía juegue segura y yo también comparto con mis vecinas” dice Rosana, madre venezolana que asistida recientemente por NRC que vive en Cuesaca, Carchi.
Promovemos el acceso a agua segura a través de instalaciones y manejo de equipamiento para desinfección de agua.
Apoyamos la construcción y mejoramiento de sistemas de abastecimiento de agua, acceso a baterías sanitarias, saneamiento adecuado y gestión de residuos sólidos.
Fortalecemos los conocimientos sobre prácticas de higiene adecuada y consumo de agua segura.
“Con su guía he aprendido a trabajar en beneficio de las personas extranjeras y locales, me he formado en liderazgo y sobre derechos” dice Luis, líder comunitario participante de actividades de NRC.
Apoyamos el aprendizaje de habilidades profesionales a través de perfilamiento vocacional, formación técnica y entrenamiento en habilidades comunicativas, toma de decisiones y trabajo en equipo, entre otras.
Fomentamos la empleabilidad y el emprendimiento a través de las formaciones impartidas en talleres y actividades.
Promovemos el acceso a alimentos nutritivos.
“Tengo un negocio de bocaditos de mi país y espero un día dar empleo a otras personas. En los talleres he aprendido a salir de mi zona de confort, a valorarme y me he acercado a muchas personas para crear cosas buenas”, dice Lennisky, joven venezolana que participa en los talleres de NRC.
Todos nuestros servicios son gratuitos y se implementan sin intermediarios. Bajo ninguna circunstancia el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) solicita recursos económicos o favores a cambio de la prestación de sus servicios.
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