Más de 10.000 migrantes y refugiados esperan con incertidumbre que los gobiernos de Panamá y Colombia definan acciones que les permitan continuar accediendo a ayuda humanitaria y un tránsito seguro entre las fronteras.
“El incremento de personas migrantes y refugiadas cruzando por la peligrosa selva del Darién es preocupante. 5 de cada 10 personas que ingresaron a Panamá este año lo hicieron en el mes de marzo. Es urgente que las autoridades de Colombia y Panamá encuentren soluciones compartidas para salvar vidas”. Dijo Dominika Arseniuk, directora de país del Consejo Noruego para Refugiados (NRC).
Según datos de la Cancillería panameña, durante el primer trimestre de 2021 han ingresado de manera irregular a Panamá 7,150 migrantes, 4,403 solo en el mes de marzo. Además, se estima que hay unas 10.000 personas en territorio colombiano aguardando para ingresar a Panamá a través de la selva de Darién. Muchas de las cuales van rumbo hacia los Estados Unidos.
El personal de NRC en frontera ha evidenciado que el número de migrantes y refugiados intentando cruzar la frontera por el Darién está aumentando. Población haitiana, cubana, de nacionalidades africanas y de Medio Oriente arriesgan sus vidas atravesando esta espesa selva, mientras los reportes de personas que fallecen en la ruta migratoria continúan.
“De Necoclí pasamos en lancha a Capurganá donde nos esperaban los coyotes, desde ahí iniciamos una travesía de cinco días por la selva, donde nos asaltaron. Hubo un momento, en que mi esposa me dijo que no podía más, que la dejara botada. Pero al final, sacó fuerzas de donde pudo y logramos continuar”, dijo a NRC un hombre de 32 años a quien se le negó su solicitud de refugio.
Migrantes y Refugiados se enfrentan a violaciones a los derechos humanos, asaltos, amenazas, extorsiones, tráfico de personas, agresiones sexuales, y la presencia de grupos armados asociados con el conflicto armado y la violencia en Colombia. Las condiciones extremadamente hostiles de la selva de Darién son devastadoras para quien decide emprender esta ruta.
“Hago un llamado a los gobiernos de Colombia y Panamá para que garanticen la protección de migrantes y refugiados en esta ruta migratoria. El acceso y tránsito seguro en medio de la pandemia debe ser posible. La responsabilidad debe ser compartida por los gobiernos de toda la región y la comunidad internacional, la respuesta no debe esperar”, dijo Arseniuk.