─ ¿Sabes coser?
─ Sí, mi abuela me enseñó.
─ Dijo Marial con una sonrisa tranquila para después enfocarse nuevamente en lo que hacían sus manos. Ella mete y saca la aguja de la tela con sus pequeñas y ágiles manos, está cociendo una nueva almohada con sábanas viejas – la rellenaré con ropa vieja que tenemos – dijo. Marial perdió casi todo -incluida su almohada- cuando se desplazó de Venezuela a Colombia.
Al desplazarse de Venezuela, la familia de Marial dejó atrás su hogar pero también la continuidad de su educación.
Ayudamos a que Marial accediera a la educación en Colombia, porque la educación la ayuda a continuar tejiendo sus sueños.