“Ahora tenemos un espacio cubierto dedicado solamente para la huerta, donde podemos sembrar nuestros propios alimentos. Esta huerta es como un nicho de paz, cuando uno entra aquí se siente muy tranquilo y deja afuera todo el estrés y las cosas malas. Gracias a este nuevo espacio promoveremos el cuidado y respeto por nuestra tierra y por nuestras plantas”dijo Ana Méndez de 59 años.

Ana explicó a su comunidad el funcionamiento de la huerta que mejoramos en su comunidad. Entregó plantas a cada persona como símbolo de que en sus hogares crezca la planta de la integración y el respeto.

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