“Miles de menores de edad, jóvenes y adultos esperan que el recientemente designado ministro de Educación, Alejandro Gaviria, priorice la educación rural para mantener viva la esperanza de la paz”, afirma el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).
El actual Gobierno ha demostrado voluntad en el fortalecimiento del sector educativo rural. Miles de personas, que viven lejos de las zonas urbanas, han logrado acceder o continuar estudiando luego de la firma del acuerdo de paz. Sin embargo, cientos de excombatientes, jóvenes, adultos y menores de edad, que viven en comunidades rurales, necesitan que el nuevo Gobierno siga invirtiendo recursos significativos en su educación; si no lo hace, la esperanza sembrada en el acuerdo de paz se perderá.
En el actual contexto del país, la educación puede ser parte del problema o de la solución para prevenir que el conflicto se siga renovando. Las decisiones financieras, políticas y prácticas del nuevo ministro de Educación deben ser analizadas en función de su potencial para agravar o mejorar la construcción de una paz duradera.
NRC sabe por sus esfuerzos, que la educación en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) y en las Nuevas áreas de Reincorporación (NAR) ha demostrado ser una herramienta esencial de cambio y reconciliación. Desde la firma del acuerdo de paz, casi 15.000 personas excombatientes y personas de las comunidades rurales se han comprometido con su educación, pero aún queda un largo camino por recorrer y estudiantes por graduar.
Adicionalmente, el conflicto ha reforzado las desigualdades económicas y ha ampliado la brecha entre las zonas urbanas y rurales. Especialmente la violencia ha afectado gravemente al acceso a una educación de calidad. En Colombia hay una diferencia de dos o incluso tres años en los niveles de aprendizaje entre estudiantes del mismo grado en las zonas urbanas y rurales.
El nuevo Gobierno tiene la responsabilidad y la oportunidad de continuar con la labor del actual ministerio de Educación y de la cooperación internacional. “Solo escalando los recursos financieros y humanos y garantizado una presencia significativa en los territorios rurales olvidados, el próximo Gobierno podrá ofrecer a las poblaciones dividendos de paz, generando cambios y oportunidades reales en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, en las Nuevas Áreas de Reincorporación y en las regiones que siguen siendo más afectadas por el conflicto”, afirma NRC.
Excombatientes, jóvenes, adultos, niñas y niños que habitan en estas zonas necesitan que el nuevo ministro Gaviria priorice las oportunidades educativas rurales para poder dejar atrás los ciclos de violencia.