─ ¿Sabes coser?
─ Sí, mi abuela me enseñó.
─ Dijo Marial con una sonrisa tranquila para después enfocarse nuevamente en lo que hacían sus manos. Ella mete y saca la aguja de la tela con sus pequeñas y ágiles manos, está cociendo una nueva almohada con sábanas viejas – la rellenaré con ropa vieja que tenemos – dijo. Marial perdió casi todo -incluida su almohada- cuando se desplazó de Venezuela a Colombia.
La esperanza de una nueva vida
Marial tiene 12 años, nació en Venezuela pero ahora vive en ‘Llano Alto’, un asentamiento informal en Arauca, localizado al Noreste de Colombia, cerca de la frontera entre ambos países.
“Mis hijos me decían ‘mamá, tenemos hambre’ y yo no tenía comida para alimentarlos”, dijo la mamá de Marial, quien fue la primera en salir de su país en busca de mejores condiciones de vida en 2019. Después de unos pocos meses fue capaz de reunificar su familia en Colombia en una de las áreas más pobres en Arauca. “Nuestra vivienda no es la mejor aquí, pero al menos nosotros podemos comprar algo de comida con nuestro trabajo” explica.
Marial vive con su padres, hermano, cuñada y su sobrina en terribles condiciones. La casa de Marial está hecha en plastico y madera que sirven como techo y paredes. No tienen acceso al agua potable o baño, pero están felices de estar juntos.
Nueva escuela, nuevos amigos, nuevo comienzo
Al desplazarse de Venezuela, la familia de Marial dejó atrás su hogar pero también la continuidad de su educación. A través del proyecto Somos Educación, financiado por Dubai Cares, ayudamos a que Marial accediera a la educación en Colombia.
Participó en actividades educativas, donde se preparó para regresar a la educación “aprendí demasiado, jugamos y dibujé mucho, al principio mis dibujos eran cabezones, pero mejoré. También recibí una nueva mochila para estudiar, pero la perdí con otras cosas durante la inundación que nos hizo mudarnos nuevamente de la casa”, dice Marial mientras continua cociendo su almohada. Además, su madre percibió un cambio positivo en la familia con las actividades educativas del proyecto, “dibujar juntos nos hizo sentir alivio por esta difícil situación”, dijo.
Gracias a la financiación de Dubai Cares cerca de 7.000 niños y niñas han accedido a la educación en Colombia.
Aprendiendo desde casa
Como muchos niños y niñas en el mundo, Marial dejó de ir a la escuela debido a la pandemia del COVID-19 pero continúa estudiando en casa.
Ella recibió guías educativas para continuar aprendiendo. Sin embargo, esto no ha sido fácil debido a la falta de una computadora o internet en su casa. Sus padres no tienen trabajo, ellos están en las calles seleccionando basura para vender como reciclaje para ganarse la vida.
Marial quiere continuar estudiando y cumplir sus sueños. “Ella siempre me dice que se convertirá en abogada y nos sacará de la pobreza con su trabajo” dice la mamá de Marial, sabiendo que la educación es la esperanza para el futuro de su hija, mientras Marial cose su almohada con hilo y aguja, la educación la ayuda a tejer sus sueños.