Foto Schneyder Mendoza / La Opinión
A la carrera, niños nivelan la primaria
Nota de La Opinión-Cúcuta. Aunque Yilibeth Lozano, 14 años, debe caminar un par de cuadras más para llegar a clase, está contenta con el cambio de curso. Mientras que en la sede Juan Bautista Scalabrini cursaba cuarto grado, en el salón del Centro Piloto Camilo Daza culminará su primaria.
La adolescente hace parte de los 70 estudiantes que desde hace un mes están en un curso de aceleración de aprendizaje para poder nivelar su primaria.
“Me gusta porque el otro año empiezo el bachillerato y voy a estar con compañeras de mi edad y voy a poder adelantarme”, explicó emocionada Lozano.
Aunque la adolescente comparte el aula con Silvia Contreras, 10 años, su compañera va en segundo grado.
“En Scalabrini hacia primero y acá aprendo mucho más rápido y me nivelo”, dice la pequeña que sueña con ser doctora.
En el aula se mezclan alumnos de primer, segundo, tercer, cuarto y quinto grado. Cada uno tiene educación personalizada para reforzar sus conocimientos con pedagogía alternativa.
Cómo la mayoría de estos niños son desplazados tuvieron que hacer un alto en sus estudios y se atrasaron.
Fabian Andrés Barrera es un ejemplo de esta situación. Con 12 años nivelará segundo y tercer grado.
“Yo debería cursar séptimo grado pero como vivíamos en Ocaña y nos cambiábamos a cada rato de casa dejaba la escuela a medias”, explicó.
La institución educativa Camilo Daza dirigida por el padre Francesco Bortignon también tiene otro curso de aceleración en la sede San Andrés en Caño Limón.
Paralelo a estas iniciativas, y tras un censo de desescolarización escolar coordinado por los Scalabrinianos y el Consejo Noruego para Refugiados, se abrieron 2 aulas en el asentamiento Guadalupe para llevar la educación de preescolar y primer grado, a los menores de La Conquista, Villas de la Paz y Guadalupe. Esta actividad pretende reforzar la educación en los sectores más vulnerables de la comuna 7.
Ver nota en el portal La Opinión-Cúcuta.
El programa de Educación responde a los vacíos de protección de los niños, niñas y jóvenes desplazados y desescolarizados que no están siendo atendidos por el Sistema Educativo Estatal; con este propósito NRC ha apoyado el desarrollo y/o ajustes de: Modelos educativos flexibles, el dispositivo para el desarrollo del censo de desescolaridad y un modelo de respuesta educativa rápida durante la fase aguda de las emergencias.
Para NRC la educación, además de ser un elemento central de protección, es un elemento central en la reconstrucción de los proyectos de vida de niños, niñas y jóvenes afectados por el conflicto armado y se constituye en una “puesta de acceso” a los demás derechos.