En Colombia, a través del Programa de Respuesta en Emergencias, NRC está protegiendo a las víctimas indígenas del conflicto armado, con la financiación de ECHO y el Teletón de Noruega. La presencia de multiples actores armados en el resguardo indígena de Nulpe Medio en el Deparamento de Nariño ha puesto a la comunidad indígena Awá en una situación de riesgo y desprotección. Los grupos armados ilegales han irrmpido en la rutina de los indigenas y los han señalado de ser colaboradores de los otros bandos que se disputan el control del territorio. No es fácil para la población Awá diferenciar a los actores armados, lo que incrementa su riesgo. Una de las principales razones obedece a que los grupos armados usan un idioma totalmente ajeno al que usan los descendientes ancestrales de la población Awá; una de las pocas comunidades indígenas que aún mantiene intactos sus usos y costumbres gracias a que su cotidianidad ocurre a días de camino de los poblados más cercanos. El repliegue de grupos ilegales hacia lugares más alejados y fáciles de defender ha incrementado los combates en zonas donde la población indígena vive. El uso de artefactos explosivos, como las mínas antipersonales, se ha convertido en las fronteras de las montañas, limitando así el acceso de los indígenas a sus tradicionales actividades productivas y rituales culturales. En consecuncia, el acceso a alimentos, la educación, los sitios seguros donde habitar y el servicio de salud, son ahora las mayores necesidades de la población indigéna como consecuencia del conflicto armado. Las familias permanecen hacinadas en albergues improvisados, construidos con madera y cubiertos con hojas y arbustos ubicados alrededor de las escuelas. Los hombres buscan provisiones mientras las mujeres encienden pequeños fogones de leña para preparar plátano cocido, el único alimento del que aún disponen. La humedad hace que el lodo provoque enfermedades respiratorias, especialmenete entre los niños. En respuesta a esta grave situación humanitaria, NRC (oficina Suraccidente) ha procedido a orientar a líderes comunitarios y docentes para iniciar acciones que permitan mitigar el sufrimiento de las personas, especialmente promoviendo el respeto por los espacios educativos y la continuidad escolar como estrategia de protección a los menores. A través del suministro de tanques para el almacenamiento de agua y de la entrega de material pedagógico y deportivo, se complementa la labor formativa realizada con los docentes, permitiendo que la comunidad mitigue los efectos del hacinamiento y logre establecer espacios lúdicos y recreativos que beneficien principalmente a los niños y niñas. Esta intervención permite tranquilizar a la comunidad y contener la emergencia hasta tanto las entidades estatales y otras organizaciones de cooperación despliegan acciones para atender de manera integral las necesidades de la población. Adicionalmente, NRC instaló cabinas sanitarias que mejorarán las condiciones higiénicas de la población durante la emergencia y, cuando esta sea superada, quedarán como activos que beneficien a los niños y niñas de los centros educativos que por el momento son usados como sitios de concentración y albergue. A pesar de que en la zona no hay vías de acceso y red de servicios públicos, las comunidades Awá del Resguardo Nulpe Medio no exigen al Estado energía eléctrica; no piden puestos de salud ni centros de acopio o caminos asfaltados. “Los Awá solo queremos que los armados salgan de nuestros territorios y nos lo dejen tal y como lo encontraron, nada más eso queremos, como estábamos éramos felices”, expresa sabiamente uno de los indégenas mayores. “Volver a la tranquilidad del monte, recuperar los sitios sagrados, cultivar y cazar mientras se contemplan las montañas cubiertas por el musgo, escuchar el canto de las aves y respirar el aire puro que componen este paisaje armónico, es el único anhelo”. Escrito: Oscar Salas – Edición: Comunicación-NRC