El referendo del 2 de octubre para aceptar o rechazar los acuerdos de paz negociados en Colombia reveló que 55.000 votos estuvieron a favor del NO. “Este es el mayor contratiempo para todos los que trabajaron fuertemente en el proceso de paz” dice Christian Visnes Director País, NRC en Colombia.
HAY ESPERANZA
Tanto el presidente Santos como el líder de las FARC Timochenko declararon anteriormente que no existe un “plan B” en caso que el referendo sobre las negociaciones de paz llegase a ser rechazado. Sin embargo, aún hay esperanza. El presidente Santos ha convocado a todos los partidos políticos a una reunión de emergencia. Señaló que los diálogos con las FARC en Cuba se deben reanudar, y que el acuerdo de cese al fuego entre las FARC y el gobierno se mantendrá.
“A pesar que el lado del NO ganó las votaciones, esa elección es prácticamente un callejón sin salida” dice el Asesor Principal de NRC Richard Skretteberg. “Además, la participación en las elecciones fue muy baja, y 175.000 votos fueron los que rechazaron el acuerdo. Esto le deja al presidente Santos un poco de espacio para maniobrar, aunque el resultado es un doloroso fracaso. Las dos partes han señalado claramente que continuaran los diálogos. Esto es positivo, pero el futuro de este camino será muy duro.”
La posibilidad de continuar con una guerra y que sus temibles efectos impacten a cientos de millones de nuevos desplazados es muy sombrío. Las regiones más afectadas por la guerra en su mayoría votaron a favor del acuerdo de paz, mientras que, en algunas ciudades, a excepción de Bogotá, votaron en contra.
NO ES CONTRA LA PAZ
El lado del NO dijo que siguiendo el referendo ellos no están en contra de la paz, pero quieren ajustes a componentes específicos del acuerdo. Los dos puntos a negociar en particular dentro del acuerdo de paz son: primero que las FARC puedan tener puestos en el congreso sin ser electos y el segundo concierne a la justicia transicional, donde la mayoría de las personas sugieren que los castigos son muy bajos.
“Existe una única solución al conflicto en Colombia, y es a través de negociaciones políticas. La guerra ha tenido un efecto devastador en la población civil, incluyendo a 7 millones de personas desplazadas de sus casas” dice Christian Visnes. “Ahora es crucial mantener un clima que permita el re-inicio de las negociaciones lo más pronto posible.”
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