Récord en desplazamientos internos por segundo año consecutivo. A finales de 2013, había por lo menos 33,3 millones de desplazados debido al conflicto armado, la violencia generalizada y violaciones de los derechos humanos en el mundo. Esta cifra representa un aumento de un 16% en comparación con 2012, y alcanza un récord histórico por segundo año consecutivo. En 2013, el IDMC cumplió 15 años monitoreando el desplazamiento interno en todo el mundo. Mientras que en 1998, la cifra de desplazados internos en todo el mundo era de 19,3 millones, en esta última década se ha observado una tendencia al alza a más largo plazo, llegando a alcanzar los 25 millones en 2001. En Colombia persiste la más grave y prolongada crisis humanitaria de América. El país ocupa el segundo lugar en número de desplazados internos, después de Sudán. Los actores fundamentales del conflicto colombiano, -uno de los más antiguos del planeta- son grupos armados organizados y fuerzas armadas. Todos ellos, han sido y son causantes del desplazamiento de 5,7 millones de personas.. Lo que significa que, de una población total de más de 45 millones de colombianos , aproximadamente 1 de cada 10 han sido desplazados, lo que es un claro indicador del conflicto armado y de los desafíos en la protección de los civiles. Además del desplazamiento, que en el año 2013 superó las 150.00 personas alcanzó, en el marco del conflicto armado colombiano se siguen presentando homicidios de civiles y otras violaciones e infracciones de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, como el reclutamiento de menores, la violencia sexual, el empleo de minas antipersonal, el confinamiento de población civil, asesinatos de líderes de población desplazada, defensores de derechos humanos y sindicalistas. En éste contexto, es precisa una activa protección, prevención y asistencia humanitaria bajo los principios de neutralidad, imparcialidad e independencia. Los desplazados internos fuera de los campos En una gran parte de países monitoreados por el IDMC, los desplazados internos estaban viviendo fuera de los campos, mayoritariamente en pueblos y ciudades. Esto complica la provisión de protección y asistencia debido a importantes lagunas de información acerca del número de desplazados internos, sus vulnerabilidades específicas, necesidades y condiciones de vida. Los principales retos para los desplazados internos que viven fuera de los campos incluyen la seguridad de la tenencia, la precariedad de la vivienda y las condiciones de vida, así como el riesgo a una mayor vulnerabilidad y marginalización, especialmente en pueblos y ciudades donde pueden ser objeto de desalojos forzosos. Por ejemplo, los desplazados internos iraquíes que viven dentro o alrededor de asentamientos improvisados en Bagdad se encuentran bajo la amenaza constante del desalojo y los desplazados internos en entornos urbanos enfrentan problemas similares en países como Afganistán, Somalia y Colombia. El desplazamiento prolongado Una vez la crisis inicial concluye, las poblaciones desplazadas enfrentan desafíos menos visibles que a menudo son más difíciles de superar. Sin un liderazgo duradero y el compromiso por parte de un amplio abanico de organizaciones e instituciones, los desplazados internos a menudo no pueden encontrar una solución a su situación de desplazamiento y no tienen posibilidades de rehacer sus vidas o lograr una solución duradera. En Bangladesh y Chipre, por ejemplo, los desplazados internos han estado viviendo en situaciones de desplazamiento prolongado desde los años 70, y los desplazados internos en Myanmar, Palestina y Colombia aún durante más tiempo, con desplazamientos que se remontan a los años 60. La evaluación del progreso de los desplazados internos hacia el logro de una solución duradera requiere determinar si se encuentran en una situación de mayor o menor vulnerabilidad con el paso del tiempo, lo que a su vez requiere una inversión a largo plazo en la recopilación de datos. Respuesta al desplazamiento 15 años después La necesidad de comprender de forma más matizada las causas y los efectos del desplazamiento, así como el incremento año tras año del número de desplazados internos en todo el mundo, enfatizan también el hecho de que sea necesario realizar cambios fundamentales en los esfuerzos por prevenir y responder al desplazamiento interno. A pesar de un fuerte consenso a escala mundial sobre la necesidad de desarrollar estrategias coordinadas y a largo plazo para abordar el desplazamiento, el principal reto que tenemos por delante radica en superar la percepción del desplazamiento interno como un problema únicamente humanitario y tratarlo como un asunto que los organismos de desarrollo, las empresas privadas y otros deben abordar con el fin de lograr soluciones a largo plazo. El año 2013 constituye un crudo recordatorio de que los sistemas de respuesta de emergencia deben aún mejorarse mucho. Con 8,2 millones de personas forzadas a abandonar sus hogares, las crisis concurrentes en 2013 fueron más allá de lo que nadie esperaba y para lo que nadie estaba preparado. Ejercieron una enorme presión sobre el sistema humanitario y pusieron a prueba su capacidad para responder a necesidades sin precedentes. Vea el informe completo (inglés)