NRC Colombia brinda oportunidades educativas innovadoras para los jóvenes y adultos de la población desplazada en Chajal (Nariño). “A través de los años, mis sueños de ser una modista y conseguir mi certificado educativo, fueron desapareciendo”, dice Mariana Valdez, una mujer de 48 años de Chajal (Nariño), que actualmente es beneficiaria del programa de educación de NRC, financiado por recursos del Teletón de Noruega. “Nunca pensé que gracias a este programa de educación volverían las ilusión de obtener un certificado de bachiller. Tener ese título va a cambiar mi vida, podría tener mejores oportunidades y seguir adelante con mi familia”. Mariana dice que un programa que tenga en cuenta su situación, su edad y que también eduque en valores y enseñe a resolver los problemas de su cotidianidad tiene un valor muy especial para su vida. “Este programa es como una compensación de las dificultades de mi vida dura: se trata de una educación que se basa en mi propia cultura”. Mariana, tiene dos hijos, una de 15 y el otro de 13 años de edad. Ella es madre soltera y trabaja a tiempo parcial tejiendo ropa. En estas condiciones es difícil que a su edad una escuela le permitiría obtener la enseñanza que necesita para terminar su educación. Posibilitando este medio de educación para jóvenes y adultos, se han beneficiado 150 alumnos en el año 2013 en Chajal. A pesar de los esfuerzos del gobierno colombiano, la respuesta institucional para garantizar la educación a la población desplazada es limitada. La población desplazada centra sus deficiencias en la falta de educación, el acceso y la calidad de la educación. Hay problemas de permanencia escolar que no han sido resueltos por los programas del gobierno. “No he olido un libro desde que tenía 14 años. Yo vivía con mi abuela, pero debido a la situación en Chajal [conflicto], mi abuela me envió a vivir con mi madre cuando yo era joven. Desafortunadamente, mi madre nunca me dio el oportunidad adecuada para estudiar y cuando decidí volver por mi cuenta para Chajal [tenía 32 años] no había oportunidades de estudio”. El programa de educación NRC en Colombia brinda oportunidades a jóvenes y adultos que no pueden acceder a una educación convencional o no posee ninguna oferta educativa pertinente que tenga en cuenta su situación. Para llenar este vacío, NRC ha promovido un programa innovador que va más allá de proporcionar habilidades educativas básicas, ofreciendo ambientes de aprendizaje cooperativo, orientado a garantizar la calidad de la educación permanente para las comunidades afro-colombianas. “Si todos pudiéramos tener educación, la situación cambiaría. Afortunadamente esta comunidad cuenta ahora con gente más feliz, no sólo por tener un salón de clases pintado, sino por la forma en que recibimos la educación, una aducación que se ve con los ojos de nuestra propia cultura”.