Según dos nuevos reportes del Consejo Noruego para los Refugiados, casi 3,400 niños, que viven en barrios donde hay presencia bandas criminales en Honduras y El Salvador, no tienen acceso a la educación.  

“La violencia generalizada está causando estragos en las vidas de innumerables niños y niñas en El Salvador y Honduras. Cada vez que los niños tienen miedo de asistir a la escuela y se ven obligados a abandonar su educación, se les está arrebatando la esperanza de un mejor mañana. El futuro de toda una generación de niños y niñas está en riesgo”, advirtió Christian Visnes, director nacional del Consejo Noruego para los Refugiados. 

Los dos nuevos reportes, “Una generación fuera de la escuela”, encontraron que los niños y niñas que viven en áreas afectadas por la violencia en El Salvador y Honduras experimentan amenazas, intimidación, acoso sexual y viven experiencias traumáticas causadas por los grupos criminales. Caminar a diario hacia la escuela es peligroso e implica pasar por territorios con presencia de pandillas. 

Los grupos delictivos violentos también están presentes en las aulas y en los patios de recreo. Los miembros de pandillas han logrado infiltrarse en las escuelas y promover la venta de drogas a menores, extorsionar a maestros y estudiantes, y llevar a cabo actividades de reclutamiento, vigilancia e inteligencia. 

“Mis hijos mayores no pudieron estudiar. Quería que se graduaran, pero no fue posible. Todos mis hijos han huido de la violencia “, dijo un padre en Tegucigalpa. 

En algunas áreas, las familias son presionadas a pagar “impuestos de guerra” a grupos criminales. Como consecuencia, a menudo no pueden pagar los uniformes y los materiales escolares para los niños continúen asistiendo a clases. Muchas familias encuestadas nos dijeron que no se sienten seguros en sus hogares. Solo un tercer parte planean quedarse en sus hogares, el resto planea dejar sus vecindarios para encontrar un lugar más seguro para vivir, o no están completamente seguros de su futuro. 

“Terminar con la violencia sistémica comienza en el aula. Necesitamos apoyo internacional para que las escuelas sean lugares seguros para aprender y crecer, para que la próxima generación de hondureños y salvadoreños no siga siendo afectada por las bandas criminales “, dijo Visnes. 

Datos clave 

• Durante los últimos cuatro años, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) entrevistó a más de 5,000 hogares en comunidades afectadas por la violencia en Honduras y El Salvador, para identificar a los niños que están por fuera de las escuelas y promover oportunidades educativas. 

• Los informes revelan que la mitad de todos los niños entrevistados están fuera de la escuela en Honduras, mientras que el 40 por ciento está fuera de la escuela en El Salvador. 

• Las familias informaron que no se sienten seguras, y solo un tercio planea quedarse en sus hogares actuales en Honduras, mientras que en El Salvador una de cada dos familias planea quedarse en sus hogares actuales. 

Nota para editores: 

Honduras Suzanna Nelson-Pollard suzanna.nelson-pollard@nrc.no +507 60058487 
Bogotá David García david.garcia@nrc.no +57 3214957209 
Oslo Media hotline info@nrc.no +47 905 62 329 

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