Nuestro Enfoque de Trabajo
El Programa de Educación responde a los vacíos de protección de los niños, niñas y jóvenes desplazados y desescolarizados, que no están siendo atendidos por el Sistema Educativo Estatal. Para NRC la educación, además de ser un elemento central de protección, es un elemento central en la reconstrucción de los proyectos de vida de niños, niñas y jóvenes afectados por el conflicto armado, y se constituye en una “puerta de acceso” a los demás derechos. Para NRC, es fundamental trabajar en alianza estrecha con las autoridades educativas: Ministerio y Secretarías de Educación, Directores y docentes de las Instituciones Educativas y, en cuanto garantes, apoyar el mejoramiento de su capacidad de respuesta, de tal manera que cumplan con efectividad y oportunidad con la obligación constitucional de garantizar el derecho de una educación pertinente, incluyente y de calidad para todos los niños, niñas y jóvenes de Colombia, pero en especial las víctimas del conflicto armado.
Qué hace el programa Educación?
Apoya el diseño, pilotaje y desarrollo de estrategias de respuesta a las necesidades de atención educativa de los niños, niñas y jóvenes desplazados y desescolarizados, con el fin entregarlos al Ministerio de Educación Nacional para su aplicación y expansión, bajo la responsabilidad del Estado. Con este propósito ha apoyado el desarrollo y/o ajustes de:
- Modelos Educativos Flexibles: Círculos de Aprendizaje, Bachillerato Pacicultor, Grupos Juveniles Creativos, Etnobachillerato, Educación Integral de Adultos
- El dispositivo para el desarrollo del censo de desescolaridad de niños, niñas y jóvenes desescolarizados
- Un modelo de respuesta educativa rápida durante la fase aguda de las emergencias causadas por el conflicto armado.
Prioridades del Programa de Educación
El Consejo Noruego continuará apoyando y promoviendo: 1) El fortalecimiento de las capacidades institucionales del orden nacional y local para garantizar el pleno derecho a la educación de los niños desplazados y los jóvenes a través del acceso a una educación que sea de calidad, relevante y apropiada. 2) La sostenibilidad de la operación de modelos flexibles de educación, en la medida en que sean necesarios para atender niños/as y jóvenes desplazados, desescolarizados, bajo el control y responsabilidad del Estado. 3) El desarrollo de sistemas de información, tanto para identificar y caracterizar a los niños/as y jóvenes desplazados y desescolarizados (Censo de desescolaridad), como para prevenir la deserción (SINPADE) y monitorea la calidad de las respuestas de atención especializada. 4) Posibilita alternativas de formación para el trabajo para jóvenes desplazados con bajos niveles de escolaridad.