1309 niños y niñas afectados el conflicto han sido apoyados con recursos de Teletón de Noruega, luego de los desplazamientos masivos en Nariño y Cauca en 2013. Cada vez más las poblaciones del pacifico en Colombia sufren de manera desproporcional el conflicto armado. En el 2013 en Nariño y en Cauca 3.130 familias esperaban recibir ayuda humanitaria de emergencia solo como consecuencia de los desplazamientos masivos causados por combates entre las fuerzas armadas y grupos armados ilegales. “Entre las 4pm y las 7pm hubo una gran cantidad de explosiones, las balas afectaron la escuela y algunas viviendas que quedaban sobre el río. La población quedó entre el fuego de los grupos armados que disparaban desde la montaña y las Fuerzas Armadas que atacaban desde el río”, dice el profesor Álvaro Torres, entonces director de la escuela que se vio afectada. “Corrimos a escondernos en las casas que quedaban adentro en la montaña (…) yo veía a mis amigas corriendo con sus papás”, narraba Milena una estudiante de 14 años de edad. Esa misma noche la población huyó de manera forzada al casco urbano de Guapi (en Cauca). Pese a la respuesta rápida de las autoridades municipales, la situación de hacinamiento, en un albergue improvisado, empezó a causar infecciones, diarrea y problemas entre la comunidad por la difícil situación. “Los niños más grandes salían a la calle a pedir dinero, mientras el miedo en los niños pequeños hacía que corrieran a esconderse cuando veían a alguien armado”, afirma Álvaro. “En esas condiciones fue un gran alivio el haber recibido el apoyo del Consejo Noruego. Cuando llegaron los kits educativos y la idea de mejorar nuestra situación retomando la educación, los niños se olvidaron de las dificultades, los docentes recibimos capacitaciones para el manejo de la situación y la comunidad se dedicó a conseguir los alimentos y el agua potable para todos los desplazados”. Al principio los niños y las niñas sólo hablaban de los disparos y las explosiones, dice Álvaro, “afortunadamente el Consejo Noruego nos enseñó cómo a través de las dinámicas, el juego y la educación podíamos apoyar a los niños y niñas afectados por el desplazamiento”. “Yo siempre llevo la maleta que ustedes (NRC) nos dieron (…) yo volví a sentirme segura aprendiendo con mis profesores, pero además la maleta se convirtió en la maleta de mi suerte, porque cuando la recibimos todo empezó a cambiar para bien” dice Milena. Gracias a los recursos del Teletón de Noruega, en ese desplazamiento masivo 270 niños y 47 profesores se beneficiaron directamente de la repuesta en emergencia de NRC en Guapi. “Aprendí del Consejo Noruego que como docente nuca debíamos dejar solos a los niños y que apoyarlos a través de la educación en estas situaciones de desplazamiento realmente salva vidas”. A pesar de la respuesta entregada a estas comunidades, la frecuencia de los desplazamientos masivos en la zona, la recurrencia de las situaciones de violencia y la limitada capacidad de las autoridades legales para responder rápidamente a las emergencias; incrementa los riesgos de los niñas, niños y jóvenes y afecta la posibilidad de brindar una respuesta humanitaria oportuna y adecuada. Hoy nuevamente y a pesar de que el país mantiene las negociaciones de paz (29 de marzo de 2014) 390 habitantes afrocolombianos se desplazaron desde la zona rural al casco urbano del municipio de Guapi (Cauca) debido a enfrentamientos entre miembros de grupos armados ilegales y la Fuerza Pública. Esta población se suma a otras 207 personas desplazadas que habían llegado en días anteriores a Guapi. En respuesta a esta situación es fundamental que las organizaciones humanitarias y los gobiernos canalicen su esfuerzos y recursos s hacia un objetivo común: ayudar a las personas por delante de las situaciones de emergencia para evitar la pérdida de vidas y bienes, para que rápidamente estas personas puedan seguir siendo atendidas luego del desplazamiento.