Entre aplausos y cantando las rimas con las que aprendieron a evitar los posibles artefactos explosivos cerca de su escuela, los estudiantes de la Institución Educativa Iberia en Tumaco, Nariño celebraron la inauguración de su nueva aula escolar.
“En las mañanas nos daba miedo salir y a veces nos mandaban temprano del colegio a la casa porque algunos grupos llegaban a hacer disparos. Aunque ha disminuido, la violencia siempre va a seguir y nosotros queremos aprender más para alejarnos de ese camino y ser mejores” así lo narra la estudiante Heidy de 18 años que al terminar su bachillerato sueña con seguir estudiando Gestión Ambiental.
Los niños, niñas y jóvenes del municipio de Tumaco se encuentran en alto nivel de vulnerabilidad como consecuencia del conflicto armado y la pobreza; el riesgo de ser reclutados por grupos armados o utilizados en acciones ilegales es constante y se enfrentan a dificultades para acceder al sistema educativo.
“El aula es un espacio que anhelábamos para poder reunir a los jóvenes y hacer actividades que nos alejen de la violencia que vivimos en los barrios” cuenta Elder, uno de los jóvenes estudiantes que forma parte de la iniciativa Grupo Semillero de Paz y quien se siente orgulloso de fomentar actividades deportivas entre los niños y niñas de la Comuna 5 para disminuir la violencia ocasionada por las barreras invisibles en los barrios y así aportarle a su comunidad.
En este contexto, el Consejo Noruego para Refugiados – NRC con la financiación de Agencia Sueca para la Cooperación y el Desarrollo y el apoyo de la Junta de Acción comunal del barrio Los Ángeles realizaron la construcción de un espacio protector de aprendizaje para que cerca de 764 niños, niñas y jóvenes de la Institución Educativa Iberia puedan desarrollar iniciativas educativas, culturales y deportivas que les permitan el aprovechamiento de su tiempo libre.
“Con estas actividades buscamos que los niños, niñas y jóvenes puedan tener una oportunidad de vida mejor. Aquí algunos de los jóvenes han sido amenazados para que ingresen a grupos armados. Ahora, con el aula, tenemos un espacio más seguro para desarrollar las actividades y no en la calle donde a veces los realizábamos” cuenta la profesora Antonia Isabel quien ha liderado el Grupo Semillero de Paz y que espera seguir sembrando la semilla de la educación en los jóvenes de Tumaco.