En resumen: no. El efectivo no siempre es la mejor solución en una crisis humanitaria. 

A veces, los mercados locales son demasiado débiles y no funcionan adecuadamente para satisfacer la demanda que podría generar el efectivo. En estos casos, el efectivo podría generar inflación. 

Otras veces, no hay una forma segura de transferir la asistencia y realizar transferencias de efectivo podría poner en riesgo al personal o a los receptores. 

A menudo, las personas desplazadas se enfrentan a problemas que el dinero no resuelve. Cuando un desastre como un ciclón causa una devastación total, el dinero no sirve de mucho. Pero la ayuda tradicional, como tiendas de campaña y mantas, puede ser vital. 

Por último, el dinero en efectivo no necesariamente puede reemplazar otros servicios cruciales que brindan las organizaciones humanitarias: protección, asistencia médica y servicios de saneamiento. 

Con esto en mente, el NRC analiza cada situación y determina qué paquete combinado de ayuda tendrá el mayor impacto.